El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), Manuel Bellido, ha reivindicado este viernes la separación de poderes y ha advertido de que las «frecuentes descalificaciones» al poder judicial «pretenden erosionar la legitimidad y la confianza ciudadana en las actuaciones judiciales».

Bellido ha presidido el acto oficial de apertura del año judicial en la Comunidad Autónoma de Aragón, en la sede del TSJA, en el Palacio de los Condes de Morata, en Zaragoza, al que han asistido el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón; la presidenta de las Cortes autonómicas, Marta Fernández, y la Justicia de Aragón, Concepción Gimeno; y la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca.

En su intervención, Manuel Bellido ha traído a colación la defensa de la independencia judicial realizada días atrás por la nueva presidenta del CGPJ, Isabel Perelló, quien afirmó: «Ningún poder del Estado puede dar indicaciones ni instrucciones a los jueces y magistrados sobre cómo han de interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico y solo aquellos Estados en los que la división de poderes está garantizada son, realmente, Estados de Derecho, de ahí la importancia de salvaguardar la independencia judicial frente a posibles injerencias externas».

El presidente del TSJA ha recalcado que «la actuación independiente de los jueces no constituye un privilegio, sino una garantía para los ciudadanos, y es la piedra angular de un verdadero Estado de Derecho», añadiendo que «ninguna característica define mejor una democracia real que la existencia de controles y contrapesos institucionales que impidan un ejercicio ordinario omnímodo del poder».

TENSIONA

Ha dejado claro que «la salvaguarda de esta independencia del poder judicial adquiere una mayor importancia en épocas como la actual, en la que el poder legislativo se confunde en muchos casos con el Ejecutivo y se tensiona el funcionamiento del judicial».

Frente a las descalificaciones contra el poder judicial, «la sociedad española no debe olvidar que solo con jueces independientes se cumple el ideal de la Justicia y se garantiza a los ciudadanos que sus derechos serán protegidos».

Ha aseverado que «no basta con la actuación independiente» de los jueces, sino que «resulta también necesaria la implicación de las otras instituciones y poderes públicos, puesto que la confianza es un estado de ánimo y no depende tanto de la realidad de las cosas como de la manera en que se perciben».

Manuel Bellido ha hecho hincapié en que «la crítica de las resoluciones judiciales es perfectamente legítima», pero «se debe evitar el ataque injustificado y la instrumentalización de la Justicia para fines ajenos a los que le son propios: La contienda política no debe trasladarse al ámbito de los tribunales».