La cifra de muertos por las explosiones en Líbano de dispositivos de comunicación pertenecientes a miembros del movimiento islamista Hezbollah es de 37 y hay 2.931 heridos, anunció este jueves el ministro libanés de Salud, Firass Abiad.
El ministro dijo que 12 personas murieron en la primera ola de explosiones de buscapersonas, el martes; y otras 25 en la segunda ola de explosiones de walkie-talkie, el miércoles, según este nuevo balance.
Horas antes, Hezbollah confirmó que 20 de los fallecidos pertenecen a sus filas. En una serie de comunicados, el grupo terrorista informó del fallecimiento de una veintena de sus miembros oriundos de diferentes puntos del país, principalmente de la región meridional y del oriental Valle de la Bekaa, e incluyendo también a un menor que identificó como nacido en 2008.
La formación chií no ofreció detalles sobre las circunstancias de sus muertes, como viene siendo habitual, pero el número de bajas se correspondería con el número oficial de fallecidos a causa de las explosiones en aparatos de radio y comunicación ofrecido por el Ministerio de Salud Pública del Líbano en la víspera.
Una investigación preliminar descubrió que cientos de buscapersonas que explotaron en Líbano tenían trampas explosivas, dijo un funcionario de seguridad el miércoles.
El Líbano ha abierto una investigación sobre las explosiones del martes que todavía está “en sus primeras etapas”, dijo un funcionario judicial, añadiendo que los servicios de seguridad estaban trabajando para determinar la causa de las explosiones, atribuidas a Israel.
“Los datos indican que los dispositivos estaban preprogramados para detonar y contenían materiales explosivos colocados junto a la batería”, dijo el funcionario sobre las explosiones del martes, solicitando el anonimato para discutir asuntos delicados.
El funcionario judicial dijo que la investigación se centra en identificar el tipo de materiales explosivos que fueron colocados en los dispositivos y en averiguar el “país de origen del cargamento y dónde fueron colocadas las trampas explosivas”.
Algunos de los dispositivos que explotaron estaban siendo inspeccionados, dijo el funcionario de seguridad, pero “la mayoría de ellos fueron destruidos y quemados”.
El funcionario agregó que era poco probable que las baterías de litio dentro de los dispositivos se hubieran calentado y explotado. “La explosión de baterías de litio provoca un incidente similar a un incendio… que puede causar quemaduras menores, pero la explosión de estos dispositivos fue causada por materiales altamente explosivos”, explicó a la agencia de noticias AFP.
Una fuente próxima a Hezbollah, que pidió no ser identificada, había indicado previamente a AFP que “los buscapersonas que explotaron se referían a un envío importado recientemente por el Hezbollah” que parece haber sido “saboteado en origen”.
Después de que The New York Times informara que los buscapersonas habían sido pedidos al fabricante taiwanés Gold Apollo, la compañía dijo que habían sido producidos por su socio húngaro BAC Consulting KFT.
Las explosiones de buscapersonas representaron una innovación significativa en la historia de guerra en las sombras de Israel, dijo Barak Gonen, profesor titular del Colegio Tecnológico de Jerusalén y ex funcionario de ciberseguridad del ejército israelí.
La idea básica es similar a un plan chino de la década pasada que apuntaba a compañías estadounidenses “plantando un nuevo dispositivo del tamaño de un grano de arroz en las placas base de las PC que estaban usando”, dijo. Pero con “esta operación… la carga útil no era sólo de comando y control, sino que también incluía un detonador”.
(Con información de agencias)