Durante un momento de alegría en Los 8 Escalones, un imprevisto episodio dejó perplejos a todos los presentes. Lo que parecía ser una simple celebración se transformó en una situación inesperada cuando uno de los acompañantes de un concursante ganador decidió dirigirse de manera abrupta hacia la reconocida jurado y modelo, Carolina Pampita Ardohain. En medio de la confusión, Guido Kaczka se vio obligado a intervenir, claramente desconcertado por el repentino comportamiento del individuo.

Este insólito suceso tuvo lugar justo al momento de definirse la gran final de la noche, la cual enfrentaba a los concursantes Fabián y Macarena en la pregunta decisiva que revelaría al ganador del jugoso premio. Como parte de su rol, Pampita fue la encargada de formular la pregunta crucial que determinaría quién se llevaría los tres millones de pesos: “¿Cuántos premios Oscar ganó la película Oppenheimer?”. Fabián, con seguridad, respondió que la película había obtenido 5 estatuillas, mientras que su rival, Macarena, arriesgó diciendo que el filme había ganado 3. La respuesta correcta era 7, lo que llevó a Fabián a proclamarse victorioso y a obtener el gran premio de la noche.

El ambiente en el set era de alegría y euforia por la reciente victoria, sin embargo, en medio del festejo, uno de los acompañantes del ganador, emocionado por el triunfo, cruzó inesperadamente el escenario en dirección a Pampita. Esta sorpresiva acción dejó atónito tanto al conductor como a los presentes en el estudio, ya que no es habitual que alguien del público tome tal iniciativa. Ante la situación, Guido, sin dudarlo y visiblemente desconcertado, se interpuso en el camino del hombre y le preguntó con sorpresa: “¿Qué estás haciendo?”. Su intervención fue un intento instintivo de detener lo que parecía ser una situación fuera de control.

Finalmente, al llegar a su destino, el hombre no tenía intenciones agresivas ni fuera de lugar; simplemente quería tomarse una selfie con la modelo, quien, en medio de la sorpresa, accedió de buena manera a la petición. La jurado, con su habitual amabilidad, posó para la fotografía junto al acompañante del ganador, quien, satisfecho, regresó rápidamente para continuar celebrando junto al flamante campeón. A pesar de la tensión inicial que se percibió en el ambiente, el episodio no derivó en mayores incidentes y todo culminó en un momento anecdótico.

Otro susto para Guido

Gracias a la dinámica del programa, cada emisión puede derivar en los más insólitos momentos, como lo ocurrido en las últimas horas, cuando de cara al desafío por el departamento a estrenar, un cocinero llamado Mariano volvió al programa y demostró su capacidad para asustar a Guido. El participante dejó sin palabras al conductor por su capacidad de parpadear a una velocidad impensable, tal como había sucedido en una emisión anterior.

“Y ahí va Mariano…”, comenzó diciendo Guido antes de notar la expresión del jugador que tanto le atemorizaba. Acto seguido, el anfitrión del ciclo exclamó: “¡No me hagas esos ojitos más, que la otra vez soñé mal!”. Su confesión hizo reír al competidor, a quien le comentó: “Es tremendo, además no lo vi en ningún otro lado”.

Por su parte, Mariano se mostró halagado ante la mención de su talento. “Yo te lo dije la vez pasada”, expresó luego de ponerle un freno a su constante parpadeo. Guido no lo pasó por alto y le hizo un fuerte reclamo: “, pero me levanté a las cuatro de la mañana…”.

El primer encuentro había ocurrido a mediados de junio, cuando el participante sorprendió con esta habilidad en el estudio. “Tengo un don que no lo tiene nadie”, aseguró el muchacho en ese entonces, tras presentarse como un cocinero jujeño especializado en gastronomía italiana. La curiosidad del presentador fue mayor que su miedo, por lo que no tardó en mirarlo con atención al ser enfocado ante la cámara. “Qué mambo ese, ¿y lo tenés desde chiquito el don?”, le consultó.

El concursante destacó que todo se originaba en su infancia: “Tenía cuatro, cinco años, y todas mis tías abuelas me hacían ojitos. Hasta que un día me miro en el espejo y era porque hacía esto”. Mientras movía rápidamente los párpados, Guido atinó a decir: “Uy, ¡qué rápido lo haces! Es muy impresionante”. “Viste que hay gente que mueve las orejas, otros las cejas…”, sentenció el cocinero mientras hacía diferentes expresiones ante sus compañeros en el estudio.