Más de un millón de personas han huido de la ciudad gazatí de Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, desde que el Ejército israelí lanzó a principios de mes su ofensiva militar sobre esta zona, según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA).

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciaron el 6 de mayo este asalto a gran escala en Rafá, pese a los avisos de la ONU y de las organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno. En Rafá se agolpaban antes de este asalto 1,4 millones de personas, en su mayoría desplazados de otras zonas de la Franja.

Las autoridades israelíes han alentado las evacuaciones, apelando a unas supuestas zonas seguras en las cercanías de Rafá que, sin embargo, han sido objeto en esta última semana de varios incidentes. Decenas de personas han muerto en los campamentos habilitados para desplazados tras varios ataques militares.

Una portavoz de la UNRWA, Juliette Touma, ha confirmado a Europa Press que ya son más de un millón los palestinos que han huido de Rafá, después de la agencia hubiese informado el jueves de más de 32.000 nuevos desplazados en sólo dos días y de que el Ejército israelí haya confirmado por primera vez operaciones militares en el centro de la ciudad.

Desde el inicio de la ofensiva, las fuerzas de Israel también han logrado hacerse con el control del lado palestino del paso fronterizo de Rafá, lo que limita la entrada de ayuda humanitaria, y han continuado sus avances en el conocido como corredor Filadelfia, la franja de tierra que recorre la frontera sur de Gaza.

El Gobierno de Benjamin Netanyahu ha dejado claro que seguirá con sus operaciones en esta zona, haciendo caso omiso a unas medidas provisionales dictadas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y que reclaman el cese «inmediato» de la ofensiva en Rafá.