A partir del último día de agosto podremos observar tres fases de la luna, siendo la luna nueva una de ellas. Muchos vinculan el calendario lunar con procesos emocionales y, por ello, existen rituales específicos que se realizan según la posición del satélite natural.
“La mayoría de las culturas se han visto influenciadas por la luna. Sus ciclos duran 28 días, al igual que el periodo menstrual de las mujeres, lo que hizo que esta tuviese una gran adoración en los cultos a la fertilidad en la antigüedad”, menciona National Geographic.
Actualmente, el satélite natural se asocia con meditaciones, ceremonias y rituales destinados a conectar con la energía, además de fomentar la introspección para descubrir nuestros deseos.
Las fases de la luna por día
Luna menguante: 30, 31 de agosto, 1 y 2 de septiembre
De acuerdo con la página de la NASA, esta fase ocurre cuando la parte iluminada de la luna está mayormente orientada en sentido contrario a la Tierra, dejando visible solo una pequeña fracción desde nuestro planeta.
A medida que la órbita lunar hace que el lado diurno de la luna se vuelva visible, la media luna iluminada por el sol parece aumentar.
Luna Nueva: 3 de septiembre
La luna nueva es invisible para los que observamos desde la Tierra, ya que la cara nocturna de la luna está orientada hacia nuestro planeta, mientras que su cara oculta se encuentra completamente iluminada.
La luna nueva sale y se pone junto con el sol, siendo visible únicamente durante el día. Según la NASA, durante esta fase se puede observar el cielo oscuro.
Luna creciente: 4, 5 y 6 de septiembre
Esta es la primera aparición de la luna en el cielo y es común observarla con mayor claridad un par de días después de la luna nueva. Su forma característica de cuerno delgado puede observarse durante gran parte del día y una pequeña porción de la noche.
Rituales para estas fases de la luna
Muchas personas relacionan las fases de la luna con etapas para reflexionar, enlistar propósitos e intenciones. Según la revista Architectural Digest México y Latinoamérica, la luna menguante es una fase perfecta para descansar, recuperarse y prepararse para un nuevo periodo de vida.
Para ello recomienda encender una vela púrpura, apartar un momento del día para relajarse y meditar. También se recomienda dormir a profundidad con luz baja.
“Los rituales lunares pueden ser herramientas para aprovechar las energías de cada fase de la luna. Estos rituales pueden ayudarte a establecer intenciones, liberar lo que ya no te sirve y mantener un equilibrio en tu vida, siempre que los acompañes de trabajo y esfuerzo”, menciona la revista.
La luna nueva se conoce como como un momento de inicio, renovación y de establecer intenciones para el mes que viene. La revista recomienda acompañar esta fase con una vela encendida, esto ayudará a tener un ambiente adecuado para meditar y escribir los objetivos que buscamos alcanzar.
También se puede enterrar este papel para simbolizar la siembra de los deseos.
La última fase de esta semana, la luna creciente, es un periodo para tomar acción y dar impulso a las metas. “Encender una vela verde, visualizar tus metas con claridad y tomar medidas concretas para avanzar en ellas, es una planificación con metas de acción serias”, menciona la publicación.