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Javier Milei y Lula Da Silva. El argentino busca liderar una cumbre de los líderes regionales que condenan el fraude de Maduro

Desde que estalló la crisis en Venezuela, el domingo de las elecciones, Javier Milei marcó una posición muy dura en contra del dictador Nicolás Maduro por desconocer los resultados, y en el entorno presidencial admitieron que, más allá de la ideología libertaria, el Presidente busca posicionarse estratégicamente como “líder regional” frente a Occidente. Especialmente, en contraposición a Lula da Silva, el mandatario brasileño, que mantiene una postura sinuosa. En esa línea, fuentes oficiales informaron hoy que empezaron conversaciones con sus pares de los países que firmaron la resolución fallida de la Organización de Estados Americanos (OEA) contra el chavismo, con el fin de desarrollar un documento conjunto en paralelo y, posiblemente, convocar a una cumbre con los jefes de Estado para marcar posición de manera contundente.

“Estamos conversando para armar una cumbre con todos”, dijeron en la Casa Rosada en el inicio de esta tarde, en referencia a los líderes de los países de la región que, además de la Argentina, impulsaron junto a Estados Unidos y Canadá una iniciativa conjunta para pedirle a la Cámara Nacional Electoral venezolana publicar las actas. Por ahora se reservaron los detalles de esos diálogos, pero en América Latina votaron a favor de la medida en el organismo continental Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam, Uruguay y Argentina.

Javier se quiere posicionar lógicamente como el líder de defensa de la democracia ante el mundo libre. Lula ya eligió de qué lado de la historia quiere pararse”, deslizó un importante colaborador del mandatario argentino que sigue de cerca el desarrollo de la política exterior del gobierno nacional.

Sin embargo, a la vez que busca tomar la iniciativa, el Gobierno lidia con errores no forzados puertas adentro. Esta vez, por el tuit que publicó la canciller Diana Mondino reconociendo a Edmundo González como presidente electo, una postura que la Casa Rosada pensaba adoptar después de que estuvieran a salvo los seis refugiados en Caracas, y que la Casa Rosada salió a desmentir, a través de la propia Cancillería, minutos después, para evitar ponerlos en riesgo.

Argentina reconoce como presidente de venezuela a Emundo Gonzalez - Tweet Mondino
El Presidente compartió un mensaje de Diana Mondino que reconocía a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela

Mondino lleva desde el domingo la voz cantante del Gobierno sobre el tema Venezuela, a pesar de los roces con Javier y Karina Milei por la gestión diplomática de hace un mes. Esos ruidos internos se habían aquietado, al punto de que enviaron a la funcionaria como representante del país a la sesión especial de la OEA para plantear la postura de la Argentina sobre los fraudulentos comicios. Sin embargo, los resquemores se regeneraron esta mañana, a partir del “error” que cometió la canciller, según fuentes de la cúpula nacional. “Diana se equivocó. Dijo lo que pensamos, pero no lo íbamos a hacer oficial todavía”, dijeron.

Concretamente, fue el asesor Santiago Caputo quien le transmitió a la funcionaria que se había adelantado con cierta imprudencia. Pero en Balcarce 50 aclararon que el tema no pasará a mayores y buscaron bajar la espuma: dijeron que “errar es humano” y que, por ahora, no habrá represalias. En tanto, en la Cancillería deslizaban que sus palabras fueron “mal interpretadas” por la prensa. Concretamente, Mondino había dicho: “Luego de ya varios días de publicarse las actas electorales de Venezuela en resultadosconvzla.com, todos podemos confirmar, sin lugar a ninguna duda, que el legítimo ganador y Presidente electo es Edmundo González”.

Una señal de que el conflicto no escalará es un retuit del jefe de Estado a las palabras de Mondino que en la sede nacional, en principio, no sabían explicar. En cambio, le restaron importancia a los interminables cruces de posturas oficiales que no sólo generan incertidumbre sino que, en este caso, según reconocieron en el propio Gobierno, pueden poner en riesgo vidas.