Avanzó en la tarde del jueves 1 de agosto de 2024 la reunión virtual entre el presidente Gustavo Petro, y sus pares Luiz Inácio Lula Da Silva, mandatario de Brasil, y Andrés Manuel López Obrador, de México, y que tuvo como tema central el análisis de la grave situación por la que atraviesa Venezuela; en especial, luego de los comicios del 28 de julio, en los que la oposición denunció fraude en contra de su candidato, Edmundo González.
Petro, que dio la instrucción a su embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Ernesto Vargas, de abstenerse de apoyar la resolución promovida en la entidad sobre la exigencia al dictador Nicolás Maduro a que permita que se conozcan las actas de las elecciones, sostuvo diálogo con dos de sus grandes aliados en la región, que, por el contrario, no respondieron al llamado del secretario de la OEA, Luis Almagro.
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En esta reunión, se dio línea acerca del contenido de un comunicado conjunto en el que sienten su posición sobre lo que ocurrió en la jornada electoral en territorio venezolano y esbocen una hoja de ruta que permitan abordar la problemática en materia política y social en el país vecino, frente a las numerosas movilizaciones en las calles por parte de los simpatizantes de González, y el choque con las fuerzas del orden, que han dejado muertos.
Según se conoció, de parte de los tres países se instó a las autoridades electorales de Venezuela para que “avancen de forma expedita y divulguen públicamente los datos desagregados por mesa de votación”, con el fin de despejar cualquier duda sobre el particular. Y, en especial, cuando la oposición ya relevó el 81,5% de los votos, en los que Edmundo González aventajaría con casi cuatro millones de sufragios a Maduro.
Y, del mismo modo, según indicó por la Cancillería, se elevó un llamado a los actores políticos y sociales de Venezuela “para que ejerzan la máxima precaución y contención en sus manifestaciones y eventos públicos”, con el propósito de evitar una escalada de episodios violentos, como se han registrado tras el anuncio de los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), que con el 80% decretó como ganador a Maduro con menos del 6% de ventaja.
Aprovechando la cercanía de tipo ideológico entre los tres mandatarios, considerados de vertientes de izquierda, se prevé apostar por el diálogo para la solución de este conflicto, en contraste con la postura manifestada por otros gobiernos de la región, entre ellos los de Panamá, Perú, Chile y Argentina, entre otros, que han sido más radicales e, incluso, han roto relaciones diplomáticas y comerciales con el régimen venezolano.
En contexto
El encuentro se da un día después de la controversia que generó en el país por la postura de Colombia en la asamblea extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuando en la votación sobre el proyecto de resolución sobre las elecciones en Venezuela del 28 de julio de 2024, el embajador Luis Ernesto Vargas manifestó que la decisión era la de abstenerse a apoyar la misma; en un voto que pudo ser crucial.
Y, también, luego de los elogios de parte del dictador Maduro hacia el presidente colombiano, durante las declaraciones que dio desde el Palacio de Miraflores., en el que no tuvo problema en llamarlo como un hombre honorable. “Yo tengo un buen nivel de diálogo y respeto por el presidente Petro, y lo ayudamos en silencio a hacer la paz en Colombia. Nunca opino en los asuntos internos de Colombia, nunca”, afirmó el jefe del régimen.