Adulta mejora habilidades, capacitación virtual, diploma digital, progreso académico, grado superior en línea - (Imagen Ilustrativa Infobae).
El volumen más alto genera un desgaste en los audífonos, que con el tiempo se ve reflejado en pérdida de calidad del audio y daños. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ya sea en el transporte público, en el gimnasio o simplemente paseando por la ciudad, muchas personas optan por usar auriculares para escuchar música, podcast o llamadas. Sin embargo, usar el volumen muy alto puede causar daños tanto en los auriculares como en la salud auditiva de los usuarios.

Mucho se habla del efecto en nuestros oídos y los cuidados que debemos seguir, pero los dispositivos también se ven afectados, a pesar de estar diseñados para funcionar bajo esa potencia. El esfuerzo continuo a exigirlos al máximo puede generar daños irreparables o mermar su calidad.

Por qué el volumen alto daña los auriculares

Los auriculares funcionan de manera similar a los altavoces más grandes. Los componentes internos, especialmente los drivers que convierten la señal eléctrica en sonido, son vitales para su funcionamiento. Cuando se sube el volumen al máximo, estos componentes se ven obligados a trabajar al nivel más alto de las capacidades diseñadas, lo que puede generar varios problemas:

Mujer en transporte público, escuchando música con auriculares y disfrutando del viaje. Su expresión refleja serenidad y placer en medio del ajetreo urbano. (Imagen ilustrativa Infobae)
El volumen más alto genera un desgaste en los audífonos, que con el tiempo se ve reflejado en pérdida de calidad del audio y daños. (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Sobrecalentamiento: al operar a volúmenes muy altos, los drivers generan una cantidad significativa de calor. Este calor excesivo puede dañar los materiales internos de los drivers, haciéndolos más frágiles y menos eficientes. Con el tiempo, este sobrecalentamiento constante puede llevar a una degradación permanente de los componentes internos.
  • Distorsión: los drivers que trabajan al límite de su capacidad pueden producir un sonido distorsionado. Esta distorsión indica que los drivers no están reproduciendo fielmente las frecuencias y amplitudes originales de la señal de audio. La exposición constante a esta distorsión puede acelerar el desgaste de los componentes internos, reduciendo la calidad del sonido y la vida útil de los auriculares.
  • Daño físico: en casos extremos, el volumen muy alto puede causar rupturas físicas en los drivers o en otras partes internas de los auriculares. Estos daños son a menudo irreparables y pueden dejar los auriculares completamente inutilizables.

El uso prolongado de auriculares a volúmenes altos no solo daña el dispositivo, sino que también afecta negativamente la experiencia de escucha y la salud auditiva del usuario.

Elementos visuales de la Semana Azul, incluyendo material educativo y pulseras de concienciación sobre el autismo - (Imagen Ilustrativa Infobae)
El volumen más alto genera un desgaste en los audífonos, que con el tiempo se ve reflejado en pérdida de calidad del audio y daños. (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Reducción de la vida útil: los auriculares expuestos a volúmenes altos frecuentemente tienden a tener una vida útil más corta. Los componentes dañados ofrecen una calidad de sonido inferior y están más propensos a fallar por completo.
  • Pérdida de nitidez: a medida que los componentes internos se desgastan, el sonido producido por los auriculares se vuelve distorsionado y pierde claridad. Esto afecta la calidad de la experiencia auditiva.
  • Mayor probabilidad de fallas: los auriculares dañados por el uso de volúmenes altos son más propensos a fallar. Los componentes internos pueden dejar de funcionar correctamente, dejando el dispositivo inutilizable.

Escuchar con un volumen alto afecta nuestra audición

Más allá de los daños a los auriculares, el uso de volúmenes altos tiene serias consecuencias para la salud auditiva. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido advertencias sobre los riesgos que representan los altos niveles de ruido, especialmente para los jóvenes.

  • Epidemia del ruido:

La OMS estima que 1.100 millones de jóvenes en todo el mundo están en riesgo de sufrir pérdidas auditivas debido a la exposición a ruidos fuertes. En los países desarrollados, más de 43 millones de personas de entre 12 y 35 años ya padecen pérdidas auditivas discapacitantes.

Imagen de una mujer sonriente con auriculares y ropa moderna y colorida, disfrutando de la música. Su expresión refleja alegría y bienestar. Inspiración para un estilo de vida saludable. (Imagen ilustrativa Infobae)
Esta mujer irradia felicidad mientras disfruta de la música con auriculares y un atuendo moderno y colorido. Su expresión refleja bienestar y un estilo de vida saludable que nos inspira a todos. (Imagen ilustrativa Infobae)
  • Exposición a ruidos nocivos:

El informe de la OMS señala que un 50% de los jóvenes están en riesgo por el uso de reproductores MP3 y teléfonos inteligentes, mientras que un 40% está expuesto a niveles de ruido nocivos en clubes, discotecas y bares. Los niveles de ruido en estos ambientes pueden oscilar entre los 104 dB y 112 dB, niveles que pueden dañar la audición después de solo 15 minutos de exposición.

  • Niveles de exposición y sus efectos:

La exposición prolongada a altos niveles de ruido puede causar cansancio en las células sensoriales auditivas, lo que conduce a una pérdida temporal de la audición o a acúfenos (zumbidos en los oídos). Aunque la audición puede mejorar cuando estas células se recuperan, la exposición regular o prolongada a ruidos fuertes puede causar daños permanentes, resultando en una pérdida irreversible de audición.