Hay conmoción internacional por lo ocurrido en Venezuela tras la jornada electoral del 28 de julio. El sorpresivo y cuestionado anuncio de la victoria de Nicolás Maduro, luego de varias horas sin información oficial de los resultados de los escrutinios, despertó serios cuestionamientos sobre la transparencia del ejercicio electoral tanto entre los electores venezolanos como en la comunidad internacional.
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Mientras que desde el régimen de Maduro se ha exigido a la comunidad internacional respetar “la voluntad” del pueblo venezolano, otras figuras del oficialismo han realizado serias acusaciones contra los opositores fuera de Venezuela. De acuerdo con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, se están evidenciando supuestas intromisiones para perpetrar un golpe de Estado.
“Estamos en presencia de un golpe de Estado fraguado nuevamente por estos factores fascistas de la derecha extremista, apoyados por los factores imperiales, el imperialismo norteamericano junto a sus cipayos y lacayos”, comentó el ministro de Defensa del régimen en una rueda de prensa televisada.
Mientras integrantes del chavismo señalan teorías de golpes de Estado, en Colombia políticos derechistas como el congresista Miguel Polo Polo han realizado publicaciones afirmando que, para frenar al régimen, los venezolanos necesitarán algo más que “ir por las buenas”.
“El dictador Maduro tiene que caer por la fuerza, la vía violenta. El no se va a ir por las buenas. Ya es hora de que lo entendamos (SIC)”, escribió desde su cuenta de X el opositor colombiano.
Otro de los políticos colombianos que se expresó respecto a lo señalado por Vladimir Padrino fue el expresidente de la República, Andrés Pastrana, quien, a través de un fuerte mensaje contra el ministro de Defensa y el mandatario venezolano, afirmó que el único golpe de Estado está gestado desde que el régimen se posesionó en el vecino país.
“@vladimirpadrino Debería recordar que fue usted, junto a @NicolasMaduro, quien perpetró el verdadero golpe de Estado en Venezuela, usurpando la voluntad popular y destruyendo las instituciones democráticas. Su régimen corrupto y asesino ha desangrado al pueblo venezolano, arrebatando vidas y esperanzas. La historia no olvidará su crueldad, y la justicia los alcanzará. #abajocadenas”.
Desde Colombia diversas voces, exceptuando la del presidente y vicepresidenta, se han expresado señalando dudas respecto a la legitimidad del ejercicio electoral venezolano y la necesidad de verificar los resultados que presuntamente dan como ganador a Nicolás Maduro.
Las victorias del régimen de Maduro en cuestionadas elecciones
Las elecciones en Venezuela han estado rodeadas de polémica y controversia durante varios años. En las elecciones presidenciales de 2018, Nicolás Maduro fue reelegido en medio de fuertes acusaciones de fraude y manipulación electoral. La oposición y numerosos observadores internacionales denunciaron la falta de transparencia y señalaron múltiples irregularidades en el proceso. Además, varios partidos de oposición fueron prohibidos o decidieron boicotear las elecciones, lo que aumentó las críticas sobre la legitimidad del resultado.
En las elecciones parlamentarias del año 2020, la controversia continuó. Estas elecciones fueron ampliamente criticadas por la comunidad internacional debido a la ausencia de los principales partidos de oposición, quienes argumentaron que no existían condiciones justas ni libres para participar. Como resultado, la Asamblea Nacional quedó dominada en su mayoría por el partido de Maduro, el PSUV, lo que consolidó aún más su control sobre el poder legislativo.
Durante varios eventos electorales, se han reportado actos de violencia y represión por parte del gobierno contra manifestantes y opositores. Estas acciones incluyen detenciones arbitrarias y el uso excesivo de la fuerza para disuadir la participación y las protestas, lo que ha generado una atmósfera de miedo y coerción entre los votantes y los líderes de la oposición.
Finalmente, se ha acusado al régimen de Maduro de manipular instituciones clave, como el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), para favorecer al gobierno en el poder y deslegitimar a la oposición. Esta manipulación ha socavado aún más la confianza en el sistema electoral venezolano y ha sido una de las principales razones de las críticas internacionales constantes.