Dos de las siete acusadas en el juicio por el corte de las vías de Ferrocarrils de la Generalitat de Cataluña (FGC) en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) durante la huelga general feminista del 8 de marzo de 2018 han defendido que su acción se enmarcó en el derecho a la protesta.

El juicio ha empezado este lunes por la mañana en los juzgados de Terrassa (Barcelona) y en la primera jornada han declarado dos de la siete acusadas «en nombre del resto», han indicado a Europa Press fuentes de la defensa, que han subrayado que en la protesta participaron unas 30 mujeres a pesar de que solo han sido enjuiciadas siete.

La Fiscalía pide condenas de tres años de prisión para cada una y una indemnización conjunta de 26.000 euros por daños y perjuicios a FGC, mientras que la Generalitat se personó como acusación al inicio del proceso, pero finalmente se retiró.

En sus declaraciones este lunes durante el juicio, las mujeres han recordado los motivos de su protesta, en el marco de una huelga que fue «una de las más seguidas en los últimos años» y con una acción que quería señalar las agresiones machistas en el transporte público.

La previsión era que el juicio durara hasta el jueves pero acusaciones, defensas y tribunal han acordado apretar la agenda para acabarlo el miércoles.

«UNA CONSTRUCCIÓN» EN LA ACUSACIÓN

La abogada de las acusadas, Laia Serra, ha valorado en declaraciones a los periodistas que el caso no debería haber llegado a juicio: «Ya pedimos el archivo en la fase de instrucción y dejamos muy claro que los delitos que nos están aplicando son una construcción entre desórdenes públicos y un delito específico de daño a la circulación férrea».

Respecto a este delito, Serra ha aclarado que «todos los precedentes que hay son por casos de sabotaje grave, es decir colocación de bidones de gasolina o una cosa que realmente pone en peligro no solo la circulación ferroviaria sino evidentemente el pasaje», algo que descarta en esta protesta que afirma solo generó las interferencias propias de una manifestación.

LA PROTESTA «TUVO FRUTOS»

Ha incidido en que la acción se enmarca en el derecho a la protesta durante una huelga feminista que optó por dirigirse a FGC porque «no tenía un protocolo específico» contra las violencias machistas en ese momento.

«De hecho, la acción tuvo frutos, se demostró que con esta forma de lucha después hubo una auditoría, se ha aprobado el protocolo, han habido campañas», ha añadido Serra sobre los protocolos contra las agresiones machistas en FGC.