Juan Javier Ríos

Madrid, 27 may (EFECOM).- La actual balanza agroalimentaria entre España y China refleja que los productos nacionales han sabido hacerse un hueco relevante en el gigante asiático desde hace una década, gracias principalmente al impulso y el atractivo del sector cárnico.

Mañana arranca en Shanghái uno de los principales salones para el sector alimentario mundial, la Feria Internacional de la Industria Alimentaria SIAL, que visitará el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en el contexto de su viaje oficial a la República Popular China.

Planas se reunirá en Pekín con las autoridades del Ministerio de Agricultura y de la Administración General de Aduanas del Gobierno chino, con vistas a impulsar los acuerdos para la apertura del mercado de ese país asiático a nuevos productos españoles.

Con cifras del último año móvil a marzo de 2024, la balanza comercial tiene un saldo positivo para los intereses españoles de más de 341,53 millones de euros, resultado de unas exportaciones de 1.751 millones de euros frente a unas importaciones de 1.409 millones.

España mantiene constante su saldo positivo en esta balanza desde 2015, cuando consiguió pasar del déficit al superávit en sus intercambios con China.

Desde hace un año, sin embargo, las cifras reflejan que el volumen de negocio entre ambos países va a la baja, tanto en importaciones como exportaciones: la facturación por ventas a China han bajado más de un 33 % en un año y la de compras un 30 % en el último año móvil.

En cuanto a las exportaciones, destacan con creces son los cárnicos.

En los últimos 12 meses, España ha vendido a China carne por valor de 1.103 millones de euros, el 63 % del total de las exportaciones agroalimentarias a ese país.

La práctica totalidad es por venta de carne y despojo de porcino (1.069 millones): el sector del vacuno y el ovino/caprino no ha conseguido aún abrir dichas fronteras, aunque siguen avanzando en ello.

En exportaciones, figuran a continuación los 109 millones de euros facturados por la venta de bebidas, 97 millones del aceite (74 millones en aceite de oliva) y 94 millones en pescado.

En cuanto a las importaciones, la principal factura procede de la compra a China de aceites y grasas (798 millones), seguida del pescado por 284 millones ; 143,5 millones en semillas oleaginosas y 113 millones, en preparados de carne y pescado. EFECOM

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