El Gobierno organizó este lunes por la mañana una reunión con banqueros en la que se buscará avanzar en el primer paso de la nueva fase del plan económico, que estará marcado por la meta de restringir todo lo posible la emisión monetaria por parte del Banco Central. Para eso, el ministro de Economía Luis Caputo y el presidente del BCRA Santiago Bausili reciben esta mañana los bancos, tenedores de la deuda remunerada de la autoridad monetaria, para acordar un esquema de traslado de esos pasivos al Tesoro a través de una nueva letra.
Poco antes de las 10 de la mañana los participantes del encuentro empezaban a llegar a la sede de la calle Reconquista de la autoridad monetaria, en plena City porteña. Entre los que ingresaron a pie, se pudo ver a Eduardo Elsztain, titular de IRSA y accionista mayoritario del Banco Hipotecario. También a Juan Cuattromo, presidente del Banco Provincia.
También uno de los anfitriones, el superintendente de Entidades Financieras y director del Banco Central, Juan Curutchet.
Se espera una discusión de carácter técnico con los ejecutivos de entidades financieras, y se espera una ventana de un par de semanas para concretar una adaptación de regulaciones del sector antes de dar marcha al nuevo modelo de traspaso de deuda desde el Central al Tesoro.
Se trata de una ingeniería anunciada el viernes pasado en la que el Gobierno quiere migrar desde un cajón a otro la deuda del Banco Central, lo que implicaría que esas nuevas Letras de Regulación Monetaria (LRM) sean administradas por el Banco Central pero con un interés pagado por el Tesoro, a diferencia de las tasas de los pases, que se pagan con emisión monetaria.
Un informe de la consultora 1816 señala que el total de pasivos remunerados del BCRA a eliminar asciende a 17,5 billones de pesos. De estos, 11,5 billones están en manos de entidades públicas y algo más de 6 billones se encuentran en los balances de bancos privados.
La negociación con las entidades públicas, por lo general, es menos compleja, lo que deja unos 6 billones de pesos en el centro de la negociación de este lunes en el Salón Bosch del BCRA. A esta reunión asistirán ejecutivos de bancos de capital nacional, extranjero y del sector público, con Bausili y Caputo como representantes del Gobierno.
Las conversaciones con los bancos ya habían comenzado semanas atrás, impulsadas por Javier Milei. En un discurso en el Latam Economic Forum a principios de junio, Milei mencionó que los dos principales obstáculos para eliminar el cepo cambiario eran los pasivos remunerados del BCRA y los puts, que son seguros que permiten a algunos bonos del Tesoro ser ejecutados contra el BCRA, generando potencial emisión de pesos.
Inicialmente, las conversaciones se centraron en cómo el BCRA y el Tesoro podrían mitigar el riesgo de emisión cambiando el formato de estos puts. Aunque estos pesen sobre el balance del BCRA, corresponden a bonos emitidos por el Ministerio de Economía. Paralelamente, la prioridad del equipo económico ahora es abordar la deuda del BCRA.
El costo asociado a los bonos con puts es mayor que el de los pasivos remunerados. Según un informe de EcoGo, de los 63 billones de deuda en manos del mercado, 52 billones están en los balances de los bancos, que cuentan con 26 billones en puts. De estos, solo el 6% se han ejercido en los últimos 30 días, el resto puede ejecutarse en cualquier momento.
Las características y el alcance de las nuevas letras de regulación monetaria aún son inciertos. Estas letras pagarán un cupón variable atado a la tasa de referencia establecida por el BCRA, actualmente en 40% nominal anual. Aunque impacte en el balance del Tesoro, será administrada por el BCRA para esterilizar pesos, y lo que se retire de circulación quedará en la cuenta corriente del Ministerio de Economía en el BCRA.
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