El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha anunciado este domingo su nuevo gabinete, que estará conformado por 32 ministerios y 43 viceministros repartidos entre los once partidos políticos que formarán el nuevo gobierno de coalición encabezado por el Congreso Nacional Africano (ANC), todo ello tras una serie de duras negociaciones después de perder la mayoría parlamentaria por primera vez desde el final del Apartheid.
Ramaphosa ha señalado que la población «dejó claro» en las últimas elecciones, en las que el ANC perdió su mayoría absoluta por primera vez desde el fin del Apartheid en 1994, que «espera que los partidos políticos trabajen juntos para materializar un mandato de transformación, crecimiento y renovación».
«Para hacer efectivo ese mandato, se ha acordado que debía formarse un Gobierno de Unidad Nacional que una a los partidos en todo el espectro político», ha explicado, antes de resaltar que este Ejecutivo «estará asentado en ciertos principios fundamentales y abordará un programa básico mínimo de prioridades».
Así, ha desvelado que once partidos serán parte de este Gobierno: el ANC, Alianza Democrática (AD), el Partido de Libertad Inkatha (IFP), el partido Good, la Alianza Patriótica (PA), el Frente de la Libertad Plus, el Movimiento Democrático Unido (UDM), el Congreso Panafricanista de Azania, el partido Al Jama-ah, el partido Transformación de los Africanos Unidos y Rise Mzansi.
Por su parte, el recién surgido uMkhonto we Sizwe (MK) y el partido Luchadores por la Libertad Económica (EFF) han decidido no participar en la coalición para ocupar el puesto de la oposición en el Parlamento.
«La asociación entre los partidos del Gobierno de Unidad Nacional está guiada por una declaración de intenciones que describe principios fundamentales y un programa mínimo de prioridades», ha sostenido Ramaphosa, quien ha resaltado que «todos los partidos se han comprometido a respetar la Constitución y a promover una gobernanza transparente y que rinda cuentas».
En esta lína, ha ensalzado que el establecimiento de este Ejecutivo «no tiene precedentes en la historia de la democracia» en Sudáfrica y ha argüido que «hubo que considerar cómo formar el nuevo Gobierno de una forma que hiciera avanzar los intereses nacionales, teniendo en cuenta los resultados de las elecciones y el uso de las respectivas capacidades de cada uno de los partidos».
«Es cierto que algunos sudafricanos han mostrado su preocupación por el tiempo necesitado para formar un Gobierno. A medida que se desarrollaron las discusiones, había preocupación por los efectos de un proceso prolongado sobre la confianza y la estabilidad», ha reconocido, si bien ha ensalzado que «como democracia relativamente joven, habría que estar orgullosos de crear un gobierno compuesto por once partidos en tan poco tiempo».
«A través de nuestros debates hemos podido llegar a un consenso sobre las tareas del gobierno, Hemos demostrado que no hay problemas demasiado difíciles o demasiado intratables que no puedan resolverse mediante el diálogo», ha manifestado, según un comunicado publicado por la Presidencia sudafricana a través de su página web.
Entre los miembros del gabinete destacan el vicepresidente, Paul Mashatile, la ministra de Presidencia, Khumbudzo Ntshavheni, y el ministro de Exteriores, Ronald Lamola. A ellos se suman Angie Motshekga en Defensa, Enoch Godongwana en Finanzas, Leon Schreiber en Interiory Thembi Nkadimeng en Justicia, entre las principales carteras.
«Ninguno de los miembros del Ejecutivo ha sido designado para servir los intereses de un electorado particular, un partido particular o un sector particular de la sociedad. Colectiva e individualmente, son responsables ante el pueblo de Sudáfrica», ha explicado Ramaphosa.
Por último, ha asegurado que el próximo Gobierno «trabajará junto con otras formaciones para convocar un diálogo nacional» a través del que se invitará al resto de actos políticos y civiles «a trabajar juntos para abordar los desafíos críticos que enfrenta la nación».
«Hacemos un llamado a todos los sudafricanos a participar en el diálogo nacional y a brindar su apoyo a este Gobierno de unidad nacional cuando comienza su trabajo», ha señalado el mandatario sudafricano, quien juró el cargo para un segundo mandato el 19 de junio tras un acuerdo de coalición que le permitió continuar en el cargo.
Ramaphosa se ha convertido en el primer dirigente del ANC que necesita el apoyo de otros partidos para ser elegido, después de que la histórica formación obtuviera sólo el 40 por ciento de los escaños tras las elecciones del mes pasado, perdiendo la mayoría parlamentaria que mantenía desde el final del Apartheid en 1994, cuando Nelson Mandela accedió a la Presidencia.
Los resultados oficiales de las elecciones del pasado 29 de mayo confirmaron la debacle del ANC, que perdió su mayoría parlamentaria por vez primera en 30 años de historia democrática del país. El partido gubernamental logró 159 escaños tras recabar el 40,18 por ciento de votos mientras que, por detrás, AD logró 87 asientos y un 21,8 por ciento de apoyo.