La Junta Electoral Central (JEC) ha proclamado este jueves a los 61 eurodiputados elegidos en las elecciones del pasado 9 de junio y les ha citado el lunes en el Congreso para proceder al acto de promesa o juramento de la Constitución, un trámite que la legislación española considera necesario para poder recibir la credencial que permita tomar posesión del escaño en el Parlamento Europeo.
Es el artículo 224.2 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) el que establece que, en los cinco días posteriores a la proclamación de resultados, los eurodiputados electos deberán jurar o prometer la Constitución ante la Junta Electoral Central, que tiene su sede en el Congreso.
La JEC se ha reunido este jueves para resolver flecos de las elecciones europeas, ordenar la publicación de los resultados, proclamar a los candidatos y cursar la citación a los parlamentarios electos para el acto de acatamiento de la Constitución.
Es la propia Junta Electoral quien comunica al Parlamento Europeo la relación de diputados electos y, según su doctrina, «la credencial se expide una vez que el candidato electo ha prestado juramento o promesa de acatamiento a la Constitución».
Conforme a la ley, pasados esos cinco días, la JEC «declarará vacantes los escaños correspondientes a los Diputados del Parlamento Europeo que no hubieran acatado la Constitución y suspendidas todas las prerrogativas que les pudieran corresponder por razón de su cargo, todo ello hasta que se produzca dicho acatamiento».
EL CASO DE TONI COMIN Y EL ESTRENO DE ALVISE
Ese acatamiento de la Constitución ha de ser presencial, y el eurodiputado electo de Junts, el exconseller Toni Comin, tiene pendiente una orden de detención en España por el proceso independentista de 2017 y es previsible que no acuda a la cita de la JEC, con lo que su escaño quedará vacante por el momento.
Al margen del caso de Toni Comin, la cita de la próxima semana reunirá en el Congreso a los eurodiputados electos, tanto los que revalidaron su escaño como todos los nuevos, y entre ellos destacan los tres de la agrupación de Se Acabó la Fiesta (SALF) de Luis ‘Alvise’ Pérez Fernández, que se estrenan en cargos de representación, o la exministra Irene Montero, que fue cabeza de lista de Podemos el 9 de junio.
En cambio, quien ya ha dicho que no va recoger el acta es la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, que fue cabeza de lista del PSOE en las europeas y que tendría que salir del Ejecutivo para ser eurodiputada dado que ambos puestos son incimpatibles según las normas comunitarias. Su destino sigue siendo una cartera en la futura Comisión Europea.