Jerusalén, 27 jun (EFE).- Tanques israelíes volvieron a irrumpir este jueves en el barrio de Shujaiya, en la norteña ciudad de Gaza ya asediada al inicio de la guerra, donde una serie de bombardeos causaron siete gazatíes muertos, entre ellos niños, y una decena de heridos en una guerra que va camino de cumplir nueve meses.

El Hospital Bautista de Al Ahli, en el norte, confirmó la llegada de los siete cadáveres así como de los heridos tras los ataques israelíes en Shujaiya.

El Ejército israelí, por su parte, envió una orden de evacuación a los residentes de esta zona, pero no ha dado más detalles a EFE sobre esta última operación. Vídeos difundidos en redes sociales muestran las calles del vecindario convertidas en escombros, mientras decenas de personas huyen corriendo de una zona.

El barrio de Shujaiya, considerado uno de los bastiones de Hamás, fue también el lugar donde el pasado 15 de diciembre el Ejército mató a tres rehenes, según dijeron, tras identificarlos «erróneamente como una amenaza». Los tres rehenes, que escaparon de sus captores, iban con las manos en alto y llevaban telas blancas.

No es la primera vez que el Ejército vuelve a zonas de la Franja en las que previamente había concluido sus operaciones, lo que según analistas, hace imposible el principal objetivo repetido en esta guerra por el primer ministro, Benjamín Netanyahu: acabar con Hamás.

En las últimas horas, los ataques israelíes también han castigado otros puntos del norte del enclave como Yabalia y Sabra, donde los equipos de rescate de Defensa Civil informaron de ataques contra viviendas y del rescate de dos cuerpos.

En Jan Yunis, en el sur, las fuerzas armadas israelíes atacaron este jueves un cuartel general del grupo islamista Hamás, desde donde dicen el grupo planeaba ataques contra las tropas.

Sin embargo, según aseguró hoy durante una ceremonia de graduación de pilotos el jefe de las Fuerzas Aéreas de Israel, Tomer Bar, derrotar a Hamás sí es viable «en un futuro próximo», y a su juicio, el país también está preparado para enfrentarse a la milicia libanesa Hizbulá en la frontera norte.

Con el fuego israelí incesante, el sistema de salud gazatí sigue deteriorándose y, este jueves, la Media Luna Roja Palestina advirtió del cese de unas 18 ambulancias debido a la escasez de combustible, lo que representa el 36 % de su flota de ambulancias.

«No hemos recibido la cuota diaria de gasolina de la (UNRWA) durante aproximadamente ocho días ya que la ocupación israelí ha impedido que el combustible entre en la Franja de Gaza», denunció hoy en un comunicado.

El control de Israel sobre los pasos fronterizos del sur es constante desde su incursión terrestre a Rafah a principios de mayo. Desde entonces, el Gobierno israelí ha restringido la salida de enfermos crónicos al extranjero, tanto por los cruces de Kerem Shalom y Rafah, hasta el día de hoy.

Por primera vez este jueves, unos 21 pacientes de cáncer menores de edad llegaron a Egipto través del cruce de Kerem Shalom, en una operación coordinada con la Organización Mundial de la Salud.

Según el Ministerio de Sanidad del devastado enclave palestino, los 21 son solo «una gota en un océano» de pacientes, no solo enfermos de cáncer, que necesitan tratamiento en el extranjero.

El hospital de la Amistad Turco-Palestina de ciudad de Gaza, el único oncológico de la Franja, no opera desde noviembre, dejando a unos 10.000 pacientes de cáncer sin posibilidad de tratamiento.

Desde que comenzó la guerra, más de 37.700 gazatíes han muerto, en su mayoría mujeres y niños, y otros 86.400 han resultado heridas por fuego israelí en la Franja, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás. EFE

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