En la tarde del miércoles 26 de junio, la Policía Metropolitana de Bogotá informó que en el norte de la ciudad un hombre lazó una granada hacia el interior de un establecimiento comercial, pero el artafecto no explotó.
Se conoció el relato de uno de los empleados de la empresa de mensajería, que contó detalles sobre el suceso y explicó que este es un hecho más de las extorsiones.
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En diálogos con el canal informativo Citytv, el trabajador reveló cómo vivió el tenso momento: “Llega una persona desde esta zona corriendo, viene con casco, se le traba ese artefacto, cuando ve que no lo puede activar, lo bota; después vemos que es una granada”.
Además, el empleado contó que los propietarios de la empresa han sido objeto de extorsiones por medio de llamadas y mensajes de WhatsApp desde inicio de año.
Esta situación ya había sido denunciado ante las autoridades competentes pero no se la había prestado atención, tras este último suceso, “esperamos que con esto las autoridades de verdad nos pongan cuidado en las denuncias que ya habíamos hecho”, señaló al medio mencionado el vocero del local de envíos ubicada en el norte de Bogotá.
Por otro lado, otra de las trabajadores en charlas con el medio radial Blu Radio aseguró que desde hace seis meses vienen siendo víctimas de extorsión y al no acceder pero al no acceder a sus exigencias, los bandidos los han venido amenazando de diversas maneras.
“Fuimos víctimas de esta clase de atentado que, gracias a Dios, no detonó ni nadie salió lastimado, pero eso no quiere decir que no haya pasado antes”, sostuvo la trabajadora.
La empleada de la empresa de envíos señaló también que durante las amenazas, estas personas al parecer, se identificaban como integrantes del Clan del Golfo.
Tras el frustrado atentado de este miércoles, los trabajadores manifiestan temor e incertidumbre acerca de los posibles alcances de estos delincuentes. Han solicitado el apoyo de las autoridades para prevenir una tragedia.