Los ministros de Exteriores de la Unión Europea esperan adoptar este lunes la ayuda militar a Ucrania procedente de los ingresos generados por los bienes rusos congelados, de tal forma que la mayor parte de los primeros 1.500 millones de euros prometidos para el mes de julio se integren al Mecanismo Europeo para la Paz y se dedique a comprar munición y defensas antiaéreas para Kiev.
La cita de titulares de Exteriores europeos del lunes en Luxemburgo volverá a estar marcada por el bloqueo de Hungría a distintas iniciativas de ayuda militar a Ucrania, aunque ha despejado las trabas en otras cuestiones como la adhesión al bloque o la última tanda de sanciones. En este contexto, los socios comunitarios esperan un anuncio positivo sobre destinar gran parte de esos fondos, en torno al 90%, al instrumento con el que la UE ha enviado material bélico a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en 2022.
«Estos fondos provienen de los intereses por los bienes congelados y va a servir para comprar munición y defensas antiaéreas ir directamente a la industria militar. La toma de decisiones es diferente por eso nadie puede bloquearlo, hay distintas circunstancias», ha subrayado un alto cargo de la UE sobre la adopción de esta ayuda y la sombra de Hungría sobre los distintos canales de ayuda a Kiev.
Fuentes diplomáticas esperan «abstenciones constructivas y silenciosas» y esperan que la cita del lunes sirvan para concluir de forma exitosa el acuerdo alcanzado a nivel de los 27 para destinar estos fondos para ayudar militarmente a Ucrania. «Todas las cuestiones importantes se han resuelto, más o menos. Así que espero que tengamos claro dónde estamos con esta ayuda», apuntan otras fuentes optimistas con tener un acuerdo el lunes.
En Bruselas consideran que la ayuda procedente de los bienes rusos inmovilizados será más directa que el habitual método por el cual los 27 envían material militar a Ucrania y luego esperan el reembolso a través del Mecanismo Europeo para la Paz, una opción que lleva bloqueada desde hace meses precisamente por el veto de Budapest. «Seguimos trabajando para solventar esto y esperamos que en la cumbre de líderes puedan resolverlo», ha indicado el alto cargo europeo.
BLOQUEO EN OTRA AYUDA A UCRANIA
El gobierno magiar también mantiene atascada la partida de 5.000 millones con la que la UE quiere asegurar la ayuda militar a largo plazo a Ucrania, si bien, esto no retrasa el suministro de armas sino que dificulta que los Estado miembros reciban el reembolso de esta ayuda.
Con la sombra que proyecta el bloqueo sistemático de Hungría a los distintos frentes de ayuda a Ucrania, los 27 afrontan una semana que culminara en una cumbre europea en la que probablemente el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, acapare todos los focos. Así las cosas, distintas fuentes señalan que para desatascar la situación puede haber un «algún tipo de acuerdo mayor» y solventar estas cuestiones en el marco de la cumbre, uno días antes de que Hungría tome las riendas del Consejo durante los próximos seis meses.
«Es una decisión del primer ministro, veremos que hace, pero si sigue bloqueando la asistencia a Ucrania hay la posibilidad vista con los servicios jurídicos de avanzar por mayoría cualificada», han indicado otras fuentes diplomáticas, si bien esta opción sería un escenario de último recurso puesto que la UE tiene que trabajar con soluciones legales.
Tampoco se prevé una salida a la crisis como en la OTAN, donde la Alianza Atlántica ha permitido a Budapest abstenerse de las iniciativas de apoyo militar y financiero a Ucrania a cambio de no bloquear estas decisiones. «La UE es otro animal completamente distinto y OTAN es una alianza con otras obligaciones legales, no creemos que esta sea la solución en el seno de la UE», ha apuntado el alto cargo.
RESPUESTA A LA CRISIS EN GEORGIA
Otro de los temas que tendrán sobre la mesa los ministros de Exteriores del bloque es la respuesta a la crisis generada en Georgia por la aprobación de la ley de agentes extranjeros, con la que el gobierno de Tiflis limita la actividad de ONG y medios y que recuerda a la normativa con la que Rusia marca a los críticos contra el Gobierno.
Tras múltiples avisos de la UE de que este paso va en línea opuesta a las aspiraciones comunitarias de Georgia, los 27 estudiarán un documento de opciones puesto por el Servicio de Acción Exterior de la UE que propone desde sanciones a revisar la política de visados. «Hay que asegurarte de que (el partido de gobierno) Sueño Georgiano capta el mensaje, y al mismo tiempo asegurarte de que la población pro-europea no sufre las consecuencias de las medidas que podamos tomar», explica una fuente diplomática.
Así las cosas, en el seno de la UE hay consenso en que es necesario reaccionar pero mientras algunos socios nórdicos y bálticos piden medidas más duras como vetar las reuniones de alto nivel, otros como Alemania, España o Países Bajos insisten en que la respuesta tiene que ser equilibrada y no dañar el gran apoyo social a la adhesión a la UE.
Otras fuentes insisten en que en este momento la UE debe centrarse en comunicar a Tiflis que la deriva tomada aleja al país de la UE y esperar a las elecciones del mes de octubre en el que se verá si el pueblo georgiano opta por el camino hacia la UE o por estrechar relaciones con Rusia. «Eso es lo que está en juego, por eso no queremos cancelar visados ni sancionar», explica un diplomático de los países en la posición mayoritaria.