El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha achacado este miércoles la actual situación de violencia en el departamento de Cauca a que sus predecesores hicieron «trizas» el Acuerdo de Paz de La Habana firmado en 2016 con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para poner fin a un conflicto que dura ya décadas.

«(El acuerdo) está hecho trizas. Es la realidad. (…) Si un Estado hace trizas un acuerdo de paz, lo que viene es la violencia y es lo que ustedes están viendo en Cauca», ha expresado Petro, según ha publicado la cadena de televisión Noticias Caracol.

En ese sentido, ha asegurado que sus predecesores fueron los responsables de «hacer trizas» el documento tras incumplir e incluso contradecir lo firmado con la guerrilla, como el gasto de «80 billones de pesos colombianos (unos 18.000 millones de euros) en obras públicas» en «negocios del gran capital», en vez de destinarlos a programas de desarrollo territoriales.

Petro también ha destacado que la reforma agraria impulsada por su Gobierno es una forma de cumplir con las tres millones de hectáreas que debían repartirse a raíz de los mencionados acuerdos.

«Entre el Gobierno de (Juan Manuel) Santos y el de (Iván) Duque entregaron 17.000 hectáreas de tres millones. Claro, ahí viene ‘Petro entregue los tres millones’. Vamos en 86.000 realmente entregadas y compradas voluntariamente», ha explicado.

En la misma línea, Petro ha defendido que esta reforma consiste en «cambiar la posesión de la tierra de uno que tiene mucha, incluso de manera improductiva, a otro que no tiene tierra», y que se trata de una forma de construir «justicia social en el campo» para dar capacidad de productividad, de riqueza y de poder a los campesinos.

«Estamos a un mes de ir a Nueva York a decir si se cumplió o no el acuerdo de paz, que jurídicamente es una declaración unilateral de Estado, es decir, un compromiso de Colombia ante la humanidad vinculante», ha añadido.

Las declaraciones de Petro llegan en un momento en el que los departamentos de Valle del Cauca, Cauca y Nariño se encuentran en un estado de alto el fuego suspendido después de que el Gobierno decidiera interrumpirlo por una serie de ataques de la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC contra comunidades indígenas. Desde entonces, se han producido numerosos enfrentamientos y atentados en la región, provocando tanto la muerte de guerrilleros como de civiles e incluso miembros de las fuerzas de seguridad colombianas.

Cabe destacar que el Gobierno de Petro ha iniciado ya tres procesos de paz diferentes, si bien las negociaciones se encuentran en diferentes fases. La Mesa de Diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) lleva meses avanzando y recientemente se incluyó a grupos de la sociedad civil en los diálogos. El diálogo con el EMC se encuentra congelado debido a los actuales enfrentamientos en las mencionadas regiones. Las negociaciones con la disidencia de la Segunda Marquetalia de las FARC, liderada por el histórico guerrillero ‘Iván Márquez, tendrán su primera ronda a partir del 24 de junio en Venezuela.