La Delegación del Gobierno en Extremadura y la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) han reclamado este miércoles la cooperación y la colaboración de la Junta y el Ayuntamiento de Badajoz para acabar con el nenúfar mexicano en el tramo urbano del río a su paso por la capital pacense mediante el proyecto dirigido al dragado parcial del río.

Así se han referido el delegado del Gobierno, José Luis Quintana, y el presidente de la Confederación, Samuel Moraleda, al proyecto denominado ‘Actuaciones de control de la especie exótica invasora nenúfar mexicano en la cuenca del Guadiana’ que, como han advertido, «no se llevará a cabo sin la cooperación entre las administraciones públicas».

En su intervención, el delegado ha señalado que, desde que la CHG «constató» la presencia del nenúfar en la cuenca, ha ido informando «puntualmente» de las distintas acciones que se han llevado a cabo en este tiempo para poder combatir esta especie, que está afectando al ecosistema del río Guadiana que «se enfrenta a una amenaza» que afecta a la biodiversidad y que también repercute en la calidad de agua o en otros posibles usos de ocio o de tipo recreativos.

«Es fundamental que comprendamos la magnitud de esta situación, de ahí la importancia de las posibles actuaciones futuras para que, a partir de la colaboración entre distintas administraciones competentes, pudiéramos evitar un mayor deterioro de nuestro entorno y para eso requiere que unamos fuerzas, que trabajemos de manera coordinada entre todas las administraciones involucradas», ha remarcado, para poner como ejemplo el proyecto conjunto entre la CHG, la Junta y la Diputación de Badajoz que consiste en una nueva carretera entre Guareña y Santa Amalia.

De este modo, Quintana ha instado al Ayuntamiento de Badajoz y al Ejecutivo extremeño a establecer un plan de acción conjunto que contemple desde el análisis del comportamiento de esta planta, hasta medidas de control efectivo y las campañas de sensibilización destinadas a la población sobre este «problema», a la vez que ha tachado de «crucial» que cada administración asuma su responsabilidad y aporte los recursos y conocimientos para frenar la expansión del nenúfar mexicano.

«Juntos podemos implementar estrategias eficaces para la erradicación de esta especie invasora, establecer los protocolos de colaboración», ha remarcado, junto con que se trata de un «desafío» que «solo podemos superar con la participación activa de absolutamente todas las administraciones» y al hilo de lo cual ha propuesto que se inicie desde este miércoles un diálogo que sea «constante» y en el que se compartan las ideas, las experiencias y las mejores prácticas.

Al mismo tiempo, ha incidido en que el establecimiento de un protocolo de todas la partes interesadas puede ser «un paso importante» para garantizar la financiación que ayude a articular acciones y coordinar esfuerzos, y ha reiterado que el proyecto integral de actuación contra el nenúfar «no se podrá llevar a cabo sin la necesaria y obligada colaboración y cooperación entre las distintas administraciones».

BULOS

Por su parte, Samuel Moraleda ha puntualizado que esta rueda de prensa tiene como objetivo fundamental «salir al paso de los numerosos bulos que se difunden, sobre todo a través de las redes sociales, y que están provocando una alarma social sin mucha justificación» y en especial en el tramo urbano del río a su paso por Badajoz, a continuación de lo cual ha citado algunos de esos «bulos» como que el Guadiana «se muere», se ha retirado el nenúfar en Mérida pero en la capital pacense no, o que la Confederación «no hace absolutamente para remediar esta situación».

Mensajes que se repiten «una y otra vez y no por ellos se convierten en realidad», ha resaltado, junto con que desde el momento en el que se «constata» la presencia de cualquier especie invasora y en concreto ante el nenúfar el organismo de cuenca «no ha dejado de actuar» y ha informado «puntualmente» de determinadas actuaciones. Particularmente y en el caso del nenúfar se viene actuando desde 2011 de manera «continuada» en el río.

«La lucha contra las especies invasoras es extremadamente compleja y necesita de la colaboración de todos los colectivos y de las administraciones concernidas», ha compartido con Quintana, a la par que ha dado a conocer una serie de datos sobre la realidad del río y la presencia del nenúfar en el mismo, su impacto y las actuaciones que está haciendo la CHG y ha insistido en la «necesaria» colaboración entre todas las administraciones y las competencias que cada una de ellas tiene en este ámbito territorial.

Como ha explicado y tras los cambios que ha experimentado el río desde que en 1987 se construyese el azud de La Granadilla, éste ha sufrido una transformación por la que ha pasado de ser un río «natural» y «libre» a estar «absolutamente confinado en un gigantesco estanque», con ventajas como la mejora paisajística y de la relación de la ciudad con el mismo o aumentar la biodiversidad por la presencia de avifauna, e inconvenientes como la acumulación de lodos o la transformación del hábitat, propiciando la presencia o asentamiento de especies invasoras.

Como consecuencia de esa proliferación de biodiversidad, se declara Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en 2004, y es en 1980 cuando se detecta en el arroyo Cabrera el nenúfar, situación actual pasa porque se tienen unas 90 hectáreas que ocupan el espacio comprendido entre el azud y la confluencia del Gévora, y ha hecho hincapié en que los primeros trabajos se desarrollan a partir de 2011 con la extracción física, aunque no tuvo la eficiencia que se esperaba y volvió a colonizar la zona.

Moraleda ha citado otras actuaciones como la bajada del nivel del azud o la siega mecánica hasta su agotamiento – que no se produce-; que en 2019 elaboraron un estudio de viabilidad sobre los métodos para su control y en 2022 procedieron a la mejora de la continuidad fluvial en los dos azudes. Primero en el de la Pesquera, cuya permeabilización «prácticamente» está concluida, mientras que los trabajos en el de La Granadilla se inician esta semana.

Igualmente, ha recalcado que, al ser zona ZEPA, se requiere el correspondiente estudio de impacto ambiental y que han redactado este último y el proyecto de actuaciones para el control de la especie en la cuenca del Guadiana, a tenor de lo cual se ha seleccionado entre las distintas soluciones la que consiste en su vaciado parcial y la retirada de las manchas de nenúfar y de los lodos afectados, con un presupuesto estimado de unos 25 millones y un tiempo de ejecución de unos seis años en unos 35 kilómetros de cauce.

La tramitación ambiental está «muy avanzada» y la CHG ha iniciado los trámites para financiar este proyecto con los fondos europeos Feder, en concreto con un porcentaje de este último del 85 por ciento, para acometer esta actuación que se podría licitar en 2025 «condicionado» al compromiso del resto de administraciones de llevar a cabo esa colaboración y cooperación «necesaria», según Moraleda, para quien los trabajos podrían iniciarse en octubre del próximo año «en el mejor de los escenarios», al tenerse que actuar entre dicho mes y febrero por la parada biológica.

También ha recordado que el organismo elaboró en 2021 un borrador de protocolo de colaboración para tomar «decisiones consensuadas, sobre todo en situaciones críticas» para solicitar y obtener la correspondiente financiación europea, mejorar los mecanismos de información entre administraciones y colectivos y cumplir la legislación.

Finalmente, Quintana ha ahondado en que la necesidad de la cooperación entre administraciones radica en que hay competencias compartidas y ha indicado que el citado convenio determina de quiénes son las competencias para que se pueda actuar en la eliminación del nenúfar y se envió hace más de un año, pero según Moraleda no han tenido respuesta.