El cheesecake sin horno es una opción perfecta para quienes buscan disfrutar de un postre delicioso y cremoso sin complicarse demasiado en la cocina. Ideal para los días calurosos cuando no se quiere encender el horno, este cheesecake se prepara en pocos pasos y resulta tan sabroso como el tradicional. Imagina un cheesecake suave y fresco, con una base crujiente de galletas y un toque de limón, perfecto para cualquier ocasión especial o simplemente para consentirte.
El origen del cheesecake se remonta a la antigua Grecia, donde se preparaba como una ofrenda a los dioses. Sin embargo, la versión moderna que conocemos hoy, con su base de galleta y su relleno cremoso, se popularizó en Nueva York a principios del siglo XX. La versión sin horno es una adaptación contemporánea que permite disfrutar de este clásico sin necesidad de cocinarlo, preservando todo su sabor y textura característica.
Receta de cheesecake sin horno
Preparar un cheesecake sin horno es sencillo y rápido. Comienza con una base de galletas trituradas mezcladas con mantequilla derretida, sobre la cual se vierte una mezcla cremosa de queso, azúcar y crema batida, con un toque de limón para resaltar los sabores.
Tiempo de preparación
Para esta receta de cheesecake sin horno se necesita aproximadamente 4 horas en total. Este tiempo incluye unos 15 minutos para preparar la base y el relleno, y al menos 3 horas y 45 minutos para enfriar y solidificar en el refrigerador.
Ingredientes
- 200 g de galletas (tipo María o Digestive)
- 100 g de mantequilla derretida
- 500 g de queso crema
- 200 ml de crema para batir
- 150 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 cucharada de jugo de limón
- 10 g de gelatina sin sabor
- 50 ml de agua fría
Cómo hacer cheesecake sin horno, paso a paso
- Tritura las galletas hasta obtener un polvo fino.
- Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta formar una masa compacta.
- Vierte la mezcla de galletas en el fondo de un molde desmontable y presiona firmemente para crear una base uniforme. Refrigera mientras preparas el relleno.
- Disuelve la gelatina en agua fría y deja reposar durante unos minutos. Luego, caliéntala suavemente hasta que esté completamente disuelta.
- En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y sin grumos.
- Añade la crema para batir, la esencia de vainilla y el jugo de limón a la mezcla de queso, batiendo hasta que todo esté bien incorporado.
- Incorpora la gelatina disuelta a la mezcla, asegurándote de que se distribuya de manera uniforme.
- Vierte la mezcla de queso sobre la base de galletas en el molde.
- Alisa la superficie con una espátula y refrigera durante al menos 3 horas, o hasta que el cheesecake esté firme.
- Decora al gusto antes de servir, ya sea con frutas frescas, mermelada o ralladura de limón.
Información nutricional por porción
Cada porción de este cheesecake sin horno contiene aproximadamente:
- Calorías: 350
- Grasas: 25 g
- Grasas saturadas: 15 g
- Carbohidratos: 25 g
- Azúcares: 20 g
- Proteínas: 5 g
Duración en la heladera
El cheesecake sin horno se puede conservar en la heladera por hasta 5 días, siempre y cuando se mantenga bien cubierto para evitar que absorba otros olores y se mantenga fresco.
Esta receta de cheesecake sin horno rinde aproximadamente 8 porciones.